Se acerca Diciembre y las vacaciones. Si estás pensando en viajar por carretera es el momento adecuado para asegurarte de que las llantas de tu carro están en óptimas condiciones, no solo porque su estado puede afectar el rendimiento del vehículo, sino porque unas llantas en buenas condiciones ayudan a ahorrar gasolina, ayudan al trabajo adecuado de las pastillas de frenos y, lo más importante, garantizan tu seguridad y la de tu familia.
¿Cómo afecta el estado de las llantas la seguridad de los ocupantes?
Cuando las llantas están desgastadas en exceso, la efectividad del frenado disminuye de manera exponencial, sobretodo si es en piso húmedo, por eso tener llantas más gastadas de lo permitido compromete la seguridad.
Por ejemplo un carro compacto promedio yendo a 50 km/h puede necesitar un 18% más de espacio de frenado con unas llantas gastadas. Si la velocidad es mayor, esto sube aún más, por lo que se convierte en un riesgo de accidente innecesario.
Por último, cuando las llantas están desgastadas, en una curva es muy fácil que el automóvil se resbale y el conductor pierda el control del mismo.
¿Cuándo cambiarlas?
La vida útil de las llantas depende de diversos factores como la manera de conducir, el estado de las vías, el rodamiento excesivo del carro, entre otros. Sin embargo, en promedio cada 15.000 / 20.000 kms se debería pensar en hacer un cambio de llantas. Una manera rápida de detectar si las llantas necesitan un cambio es ver las rayas del labrado de las mismas. Si la profundidad del labrado es menor a 2 mm es necesario cambiar las llantas. Otra señal es cuando el carro se demora más en detenerse que de costumbre, querría decir que las llantas ya no se adhieren al asfalto de manera adecuada.
Si piensas que es el momento de cambiarlas, te damos los siguientes tips para que compres las llantas correctas para tu carro y uso del mismo:
1. ¿Dónde comprarlas?
Normalmente, las personas buscan comprar las llantas del carro en lugares donde se especializan en vender llantas y servicios al automóvil, como servitecas y demás, y muy pocas se dirigen a los concesionarios oficiales de la marca. Por este motivo es muy posible que la llanta original con la cual salió el carro de fábrica, no sea la misma con la que se reeemplaza. Esto no está mal siempre y cuando las especificaciones de la nueva llanta sean las mismas de la original (los números y letras). Esto es vital, de lo contrario, la llanta puede quedar más ancha o más delgada, más alta o más bajita.
2. ¿Cuáles llantas?
Revisa las llantas que tiene actualmente tu carro. Registra los números y letras que aparecen en el costado de la llanta.
En el ejemplo de la foto:
Número a entender: 225/40R18
- 255: es el Ancho. En este caso 225 milimetros
- 50 (siguiente numero después del /): alto expresado en % sobre el ancho. En este caso tiene el 50% de la altura (1 cm aprox)
- R19: El rin es de 19 pulgadas.
- Respecto al número 107 de la foto, no es tan relevante pues corresponde a la capacidad de la llanta para cargar peso. Si la llanta escogida cumple con las especificaciones de ancho y altura, generalmente cumplirá con las especificaciones de peso. Puedes también convertir los números en libras o kilos para estar seguro de que la diferencia no sea mucha.
- La letra V corresponde a la velocidad máxima para la cual fue diseñada la llanta. Existen tablas para convertir estas letras en kilómetros por hora.
3. ¿Cómo cuidar las llantas?
Mantener la presión de las llantas en el nivel óptimo es clave por las siguientes razones:
1. Que no se gaste más gasolina de lo debido, pues si están muy desinfladas el motor tiene que hacer un esfuerzo extra para mover el carro y eso conlleva a un mayor consumo de gasolina
2. Que al momento de exigir la adherencia sobre el asfalto no se tenga la misma respuesta, pues si las llantas están muy infladas o desinfladas la banda de rodadura que hace contacto con el suelo no es la ideal, haciendo que se pierda adherencia.
3. Que no se exploten o rajen. Si están muy desinfladas las paredes laterales se deforman y se debilitan, al igual que si están demasiado infladas con un golpe (hueco) podrían estallar más fácilmente.
4. Mantener alineada la dirección. Con el tiempo y los desafortunados huecos de las vías, las ruedas tienden a desalinearse. Ni hablar de golpearlas con un anden. Esta desalineación hace que cada rueda apunte para un lado distinto (aunque visualmente no se perciba) y esto genera que las llantas trabajen forzadas y peleando entre si, ocasionando mayor desgaste de lo normal.
5. Mantener los componentes de la suspensión como amortiguadores y rótulas en buen estado. De esto se encargan los talleres en las revisiones, pero como norma general, después de un golpe a la suspensión (hueco fuerte), debe revisarse si ha habido algún daño que comprometa la suspensión que no solo puede generar una situación de riesgo va a desgastar anormalmente la llanta.