No se necesitan encuestas para opinar que Medellín es la mejor ciudad para vivir en Colombia, aunque la mayoría de ellas así lo afirman. Podemos comenzar por su clima, una temperatura ideal por la que siempre se le ha llamado “la ciudad de la eterna primavera” y seguir por su gente, la capacidad de los paisas para trabajar y hacer negocios es sobradamente conocida, también su carácter alegre y su facultad para ver el lado positivo a cualquier situación.
Es ese carácter, unido al orgullo que sienten por su ciudad y su región, el que ha llevado a hacer de Medellín la ciudad que ahora es, donde sus habitantes la cuidan, la mantienen limpia, donde la cultura ciudadana y la cultura metro están ya metidas en sus genes.
Su talento, capacidad de trabajo, nivel de educación y habilidades han logrado atraer a inversores nacionales y extranjeros, que confían en sus aptitudes y en su actitud positiva para sacar adelante cualquier negocio.
También han tenido la destreza para elegir a sus gobernantes, que a pesar de tener en mente sus propios proyectos, no han abandonado los anteriores y esa continuidad ha logrado hacer que la ciudad fuera elegida hace algunos años como la más innovadora del mundo.
El Metro, piedra angular de su desarrollo.
Medellín gana a las demás ciudades colombianas por goleada al ser la única que tiene Metro desde hace muchos años, conectando a varios municipios del valle de Aburrá con la capital y con políticas de sostenibilidad y cultura que han logrado convertirlo en el medio de transporte más relevante del país y un ejemplo a seguir para otras ciudades.
Pero no solo es el Metro, sino la forma como han logrado dar soluciones de transporte para que la gente que vive en las montañas pueda desplazarse fácilmente. Se trata del Metrocable, una ingeniosa idea de cabinas que surcan el cielo de la ciudad hasta lo más alto y que trajo consigo cambios sociales inesperados gracias a la labor social realizada a partir de este proyecto, que a día de hoy es también uno de los atractivos turísticos de la ciudad.
Después vino el Metroplus, que conecta el occidente con el nororiente de la ciudad, utilizando buses articulados que funcionan con gas natural, tienen alimentadores y se integran en varias estaciones con las rutas de Metro.
Ahora funciona también el tranvía de Ayacucho, un medio de transporte ferroviario y eléctrico que conecta la estación de Metro de San Antonio con zonas de la ciudad donde no existía el transporte masivo y que próximamente continuará con más estaciones de Metrocable.
Además de todo esto, también está EnCicla, el sistema de alquiler de bicicletas públicas que también tiene estaciones que se integran con el resto de la red de transporte y se ubican en lugares cercanos a puntos de mayor afluencia por su interés comercial, bancario, turístico o estudiantil.
Otro de sus proyectos innovadores, el primero de este tipo en Latinoamérica, es la forma que encontraron para reemplazar los 350 escalones que dejaban sin aliento a sus usuarios por unas escaleras eléctricas a cielo abierto en la comuna 13 de Medellín, que por supuesto también se han convertido en una atracción turística.
El parque en el río
Medellín no solamente tiene esa impresionante red de transporte interconectado, desde el año pasado también cuenta con la primera etapa de Parques del Río Medellín, son 145.181 metros cuadrados de espacio público donde se puede hacer deporte, compartir con amigos y pasear a las mascotas.
Tiene juegos para los niños, una cancha sintética de fútbol, ciclorrutas y cicloparqueaderos, andenes peatonales, tres zonas con bancas asoleadoras y 22.765 m2 de zonas verdes sembrados con más de 1000 árboles e infinidad de plantas pequeñas que son un nuevo pulmón para la ciudad.
Inversión en la gente
La capital de Antioquia logró disminuir las tasas de criminalidad con políticas locales y con el uso de la tecnología y la innovación, invirtiendo recursos públicos en la construcción de bibliotecas, colegios y parques en las comunas más deprimidas, renovando estas zonas e integrándolas con la ciudad.
Además la empresa de servicios públicos de Medellín reinvierte parte de sus utilidades en obras y programas sociales, como un fondo de becas para que los mejores estudiantes de los estratos 1, 2 y 3 puedan estudiar en universidades públicas y privadas.
Esto es solo una pequeña muestra de lo que hace grande a Medellín, todos sus proyectos y sus políticas públicas, así como las alianzas público-privadas para sacar adelante a su gente y dotar a la ciudad de una infraestructura de primer nivel, es lo que hace que se opine que la capital antioqueña es la mejor ciudad de Colombia para vivir.