Una de las maniobras más complicadas al momento de conducir es cuando tenemos que arrancar el carro en una calle empinada o incluso cuando nos quedamos en un taco a la subida de un puente o rampa, a todos nos entra un poco de pavor al pensar que nos podemos ir contra el vehículo que viene atrás o terminar empotrados en la puerta de alguna casa.
A no ser que estemos manejando un carro en muy malas condiciones mecánicas, esa inseguridad es solamente por falta de práctica, porque cualquier automóvil tiene la fuerza suficiente para arrancar en cuesta aunque vayamos con el cupo completo y el baúl bien cargado. Eso depende de nuestra pericia.
En Colombia casi el 80% de los automóviles son de caja mecánica, que tienen pedal de embrague, freno y acelerador. Y ahí es donde comienzan los problemas en las cuestas, porque tenemos tres pedales pero solamente dos pies y para arrancar tendremos que soltar el freno para embragar y acelerar.
Hay dos maneras básicas para arrancar en cuesta: La fácil y la que realizan los conductores experimentados, que explicaremos a continuación de manera sencilla.
– La forma más fácil de arrancar en cuesta: Lo primero que hay que hacer es activar el freno de mano elevando la palanca. Al momento de arrancar, mantenemos pisado el pedal del freno, embragamos sin soltar y metemos la primera.
En este punto tenemos dos pedales hasta el fondo (embrague y freno) y la primera velocidad metida, así que vamos levantando muy despacio el pie del embrague hasta que sintamos que el vehículo comienza a vibrar, lo que significa que el carro está a punto de empezar a andar hacia adelante.
En ese momento soltamos el pie del freno y vamos pisando el acelerador con lentitud, en ese momento quitamos el freno de mano porque el carro ya tendrá la potencia necesaria para subir y seguimos acelerando suavemente.
– Arrancada para expertos: En este método el freno de mano no interviene, es cuestión de jugar con los pies. Se comienza con el carro en neutro y con el freno pisado, al igual que en el anterior, hay que embragar y meter el primer cambio.
En este punto con una maniobra se deja la parte delantera del pie en el freno y con la trasera (el talón) se va comenzando a acelerar, esto se llama punta – tacón, que es la habilidad de frenar y acelerar al mismo tiempo con el mismo pie, de manera que podemos empezar a soltar el embrague porque el motor ya esta acelerado. Cuando el carro empieza a moverse soltamos del todo el freno y avanzamos. Con practica cualquiera puede lograrlo, pero es cuestión de ensayarlo bastante. Esto del punta – tacón es algo que los pilotos de carreras hacen frecuentemente, pues cuando frenan, necesitan mantener acelerado el carro y el embrague presionado.
Con cualquiera de los métodos hay que procurar dejar siempre una distancia de seguridad, mantener la tranquilidad y la concentración para poder arrancar en cuesta sin correr riesgos.
Cabe anotar que en algunos carros modernos los diseñadores han pensado en esta situación y han dotado a los autos con un sistema de arrancado en cuesta, que no deja rodar el carro hasta que hayamos arrancado, haciendo la maniobra igual de sencilla que en una superficie plana.